1/12/08

La cabeza bien puesta


Bueno, esta vez escribo acerca de algo que pude leer del famoso Edgar Morin en su libro "La cabeza bien puesta".
Morin expone en su libro ciertas características y paradojas que te ponen como a pensar y a comprender que realmente es cierto aquello de que usamos apenas un pequeño porcentaje del cerebro y que si lo utilizasemos en un porcentaje mayor (y ni hablar si fuese completo) podríamos aportar grandes pensamientos y descubrimientos a la humanidad, a la ciencia y al bienestar que tanto se busca.
Un profesor de la universidad me mandó a leer este libro y fue profundo para mí memorizar sin querer una frase como esta: "más vale una cabeza bien puesta que una cabeza repleta" y tiene como apoyo la frase más cristiana y coloquial de: ¿Qué haces sabiendo toda la Biblia y no pones en práctica ni la mínima parte de lo que sabes? ¿Se comprende? Es decir, ¿Qué hacemos día a día leyendo y nutriéndonos de conocimientos, realizando conexiones neuronales para que se queden almacenadas en el cerebro? Pues, es la realidad y trataré de dar la idea del libro (o lo más importante) en estos párrafos.
Ciertamente es necesario darle un giro a la manera que tenemos de pensar y poner en práctica. Pareciera que no hubiese conexión alguna entre los dos verbos. Leemos, estudiamos, aprendemos pero no aprehendemos y eso es un gran problema. Es necesario hacer un giro principalmente en la sociedad y su manera o "sed" de aportar algo nuevo a sus vidas propias y a la humanidad, luego se modificaría la escuela o institución; que no es más que el reflejo de la sociedad y viceversa, después se mejoraría la verdadera misión de los educadores y de esa manera la de los estudiantes (y aún los profesionales). Suena fácil y como una receta de cocina pero no lo es. Debemos comenzar a reformular el pensamiento y pensar en la reforma del mismo. Pero tanta tarea no es fácil si la pensamos como Cerebro: "Tratar de conquistar al mundo", sino que pudiésemos comenzar a hacerlo uno por uno, siendo responsables de lo que estamos aprendiendo y para qué lo hacemos, lo enseñamos y lo multiplicamos. ¿Será?.

Muerte: "Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevar contigo nada de lo que has recibido, solamente lo que has dado: un corazón enriquecido por el servicio honesto, el amor, el sacrificio y el valor." San Francisco de Asís

Yza Mavarez

1 comentario:

Alexa... dijo...

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